Alumnos Habilidades en Acción

Ellos hablan

Los siguientes testimonios te pueden ayudar a que te sientas identificado con sus problemas y confíes en mi método y sus beneficios.

Testimonios

Viterbo

Conocí a Dani porque tenía un problema de espalda, no conocía ningún osteópata y un hermano suyo me lo recomendó.

Empecé a ir a su consulta y mi problema de espalda empezó a mejorar rápidamente. Pero no solo sanó mi dolor de espalda, sino que me hizo comprender el origen emocional de esa dolencia y me dio herramientas para sanar esas emociones. Cuando descubrí que se podían gestionar las emociones, empezamos a trabajar las que me bloqueaban y no me dejaban ser YO. Fue impresionante cómo poco a poco todos los ámbitos de mi vida empezaron a cambiar para bien. 

Al aprender a gestionar las emociones que me bloqueaban, empecé a coger las riendas de mi vida.

Recomiendo a Dani, porque te enseña herramientas fáciles para gestionar rápidamente tus emociones en la vida diaria. Son herramientas que yo desconocía y que me han cambiado la vida.

Paula

Conocí a Dani Anaya por una recomendación de una amiga de la familia. Decidí acudir a su consulta porque me habló muy bien de él y quise darme la oportunidad. 

En mi caso particular, me ayudó a conocerme mejor, a saber que soy una persona PAS (persona altamente sensible) y a aprender a disfrutar de este rasgo de mi personalidad. También aprendí a gestionar y sanar emociones enquistadas y a ver luz donde anteriormente solo había problemas y tristeza. 

Mi experiencia trabajando con él ha sido un regalo. Así lo resumiría. Lo recomendaría sin dudar porque es una alternativa diferente, además tiene un trato exquisito y un amor por y para sus pacientes. Valoro de su trabajo su tiempo, paciencia, carisma, respeto y delicadeza. 

Para mí, es un referente como persona y profesional.

Laura

Conocí a Dani a través de mi hermana. Le ayudó mucho con mi sobrino recién nacido y me dije a mí misma que si algún día tenía hijos les llevaría a ese terapeuta tan maravilloso del que había oído hablar. Y así fue, tuve una niña que tenía muchos cólicos y ciertas dificultades. Dani con su terapia nos ayudó muchísimo, no solo a mi hija, sino también a mí.

Me resultaron muy curiosas ciertas partes de la consulta. Tratábamos estados emocionales que me hacían sufrir, a través de técnicas que conseguían hacerme sentir mucho mejor. Aquello me dejó fascinada, nunca antes había visto algo parecido, y cuando me enteré que tenía cursos de formación para conocer más todas esas herramientas no me lo pensé dos veces. Tenía muchas dificultades para poder realizarlos por el trabajo y porque soy de otra ciudad, pero mereció la pena, ya que esta formación ha transformado mi vida. 

Para mí, el curso ha sido maravilloso. Con sus prácticas, Dani te da toda la información y la base de todas las habilidades que terminas aprendiendo gracias a él. No me podía creer  que yo misma fuera capaz de cambiar mi estado emocional a través de sus herramientas. Además, ha sido clave poder seguir en contacto después de cada módulo, realizando talleres online de dos horas para no perder la práctica

Dani es un terapeuta excelente y una persona maravillosa. El ambiente que genera en sus cursos es especial, por su bondad, paciencia y cariño y el amor que le pone a todo lo que hace.

GRACIAS, DANI.

Isaac

La primera vez que acudí a la consulta de Dani fue por problemas enteramente físicos, o al menos es lo que yo creía en ese momento. Tenía dolor de cabeza y dolor de espalda, molestias que como aprendí en su consulta tenían un vínculo emocional que desconocía y sobre el que me enseñó a trabajar.

En los años posteriores me ayudó en episodios de ansiedad laboral y con los ataques de pánico que me provocaba el trauma de haber estado al borde de la muerte por un infarto. Sin embargo, hoy me gustaría resaltar el motivo por el que he recurrido al “método de Dani” esta última vez. Un motivo para el que nunca pensé que me pudiera servir de ayuda.

El pasado verano perdí prematuramente y de forma trágica a un amigo, lo que me produjo una profunda tristeza, desconcierto e insomnio, que me acompañaban en mi día a día. Tras varios meses sin levantar cabeza, recurrí de nuevo a Dani: en una sesión y con las pautas que me dió conseguí afrontar mi duelo y despedirme de mi amigo, al mismo tiempo que me deshacía de la tristeza que me había embargado y volvía a ser la persona optimista, alegre y llena de energía que soy habitualmente. Ahora cuando recuerdo a mi amigo lo hago a través de los momentos felices que vivimos y no con el dolor de la pérdida.

No me considero una persona especialmente espiritual o religiosa, pero sí puedo asegurar que el “método de Dani” a mí me funciona. Siempre que recurro a él, me capacita para afrontar el presente y el futuro con mayor seguridad y autonomía.

Rocio

Conocí a Dani Anaya a través de mi mejor amiga y decidí pedir cita con él para que me ayudara, porque en ese momento de mi vida me sentía sin rumbo y estancada.

Al terminar nuestra primera consulta, tuve sensación de alivio, sentí que me había quitado tanto peso de encima que me quedé encantada. Comencé a comprenderme, a saber gestionar mis emociones del día a día y a afrontar mejor mis problemas cotidianos. Gracias a Dani he podido superar grandes retos que me ha puesto la vida, tanto en lo laboral como en lo personal. Con sus técnicas, he podido transformar problemas,  emociones y dolores y, así, sanar y experimentar cambios tanto a nivel físico como mental.

Ha cambiado tanto mi vida en todos estos años que llevamos trabajando que siempre que estoy con alguien que necesita este tipo de ayuda, sin dudarlo le paso el contacto de Dani y le digo: “Tranquil@, confía en él, después de la consulta verás que bien te vas a sentir”.

Lo que más valoro de él es que no te sientes juzgado al contarle tus miedos, emociones, problemas… Y que, gracias a su calidad humana, a su profesionalidad y al amor que transmite te sientes agradecido por conseguir una versión mejorada de ti.

¡¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!

Alberto

De la NADA al TODO.

Cuando no puedes controlar tus emociones, todo lo que te rodea carece de valor.

Deja de importarte absolutamente el mundo que tienes, porque solamente te focalizas en esas emociones o pensamientos negativos que hacen que tu vida normal se desmorone. Esto me ocurrió a mí debido al estrés laboral que me supuso el hecho de querer conseguir mis objetivos en el trabajo, a lo que también se sumaron otras circunstancias personales.

Desenlace final: insomnio, irritabilidad, baja energía diaria, pensamientos negativos, así como problemas físicos desarrollados por todo los mencionado con anterioridad.

Después de visitar a diferentes especialistas sin conseguir ninguna mejoría en mí, un amigo me recomendó visitar a Dani, contándome lo bien que le había ido a él para mejorar sus problemas. Sin mucha esperanza, acudí a su consulta y esas dos horas cambiaron mi vida para siempre.

Desde el primer momento notas que estás ante un especialista diferente. Él ha sido uno de los mayores responsables de que yo logre los objetivos que me he ido marcando en mi vida. Probablemente haya gente que no entienda cómo una persona te puede ayudar a gestionar tus emociones con las técnicas con las que él trabaja, pero aquí no hay milagros. Al contrario de lo que ocurre con otros especialistas, hay conocimiento, amor por su profesión y la seguridad de que siendo una persona constante puedes sanarte y corregir los pensamientos y emociones negativos con los que nos bombardeamos de manera automática.

Gracias a Dani, pasé de no tener NADA a tenerlo TODO, y no me refiero a lo material o al amor, no. Me refiero a la SALUD, tanto mental como corporal.

Y qué bien se está cuando lo tienes TODO.